domingo, 23 de noviembre de 2008

El matricio de Sucre

La manifestación más inquietante que ha producido la subida al poder de Evo Morales es la exacerbación del racismo por parte de los católicos urbanos, aglutinados en los comités cívicos, y el silencio cómplice de la jerarquía eclesiástica. Digo racismo, no xenofobia: rechazo del extranjero, que es más antigua y no tiene que ver con aspectos fenotípicos. Tengo la impresión que los cristianos persiguieron a los judíos por su religión no por su raza, pero he aquí que, en el siglo XV, aparece el concepto de Limpieza de Sangre ligado a la Cuestión Marrana. Más inquietante aún.

Cecil Roth, "Marranos and Racial Anti-Semitism: A Study in Parallels", en Jewish Social Studies II(1940) 239-248 y Y. H. Yerushalmi,. «L'antisémitisme racial est-il apparu au XXe siècle? De la limpieza de sangre espagnole au nazisme: continuité et ruptures», en Esprit, 3/4 (1993) 5-35, sostienen que el primer antecedente del racismo moderno apareció en España, con la ideología de la "Limpieza de Sangre". Antes y después del Edicto de Expulsión de los sefardíes, muchos se convirtieron al catolicismo para permanecer en el país y gozar de los mismos derechos de ciudadanía que los cristianos. Fue entonces que aparecieron los "Estatutos de limpieza de sangre", que establecían la investigación genealógica de las personas, con el fin de determinar si las mismas tenían sangre judía, morahereje”, sic, tratando de impedir, vanamente, por cierto, su o “ ingreso a las universidades, administración pública, ejército, monasterios, cabildos y a la misma Inquisición. Max Hering: "Limpieza de sangre" ¿Racismo en la Edad Moderna? Tiempos Modernos: Revista Electrónica de Historia Moderna, 4 (2003) 9ss, sostiene que por primera vez en la historia se utilizaban los conceptos de “raza” y “sangre” como estrategia de marginación del Otro. Es decir, para empezar, hay que pensar racismo y software en el mismo hálito.

Ahora bien, la ideología española de la Limpieza de Sangre se usó también en las colonias americanas, aplicándola, esta vez, como justificación de la dominación de los españoles sobre los indígenas encomendados y los esclavos africanos, estableciendo una detallada jerarquía entre razas y una taxonomía de las mestizaciones, denominadas "castas": mestizo, mulato, ladino, zambo, cholo, cuarterón, etc. []Los derechos que le correspondían a cada persona estaban estrictamente determinados por su clasificación en esta taxonomía, considerándose superior al español peninsular y en el lugar más bajo, al esclavo africano. Este modelo racista, básicamente, será asumido por el colonialismo europeo ulterior con algunos añadidos que vale la pena tener en cuenta. Es decir, para seguir, hay que pensar racismo y colonialismo en el mismo hálito.

A partir del siglo XIX la civilización occidental desarrolló una ideología abiertamente racista, ampliamente aceptada, a la que Ernst Nolte: Der Faschismus in seiner Epoche, München, 1963, 345, llegó a definir como una «rama del pensamiento europeo», y George Mosse como "el lado oscuro de la Ilustración": Die Geschichte des Rassismus in Europa, Frankfurt am Main, 1990. 24. Para ello, el racismo europeo recurrió a la “ciencia” y en especial a la biología para justificar la superioridad de los europeos sobre el resto de los seres humanos, así como la necesidad de que éstos fueran gobernados por aquellos. Es decir, racismo como justificación de la dominación política y económica.

El racismo también recurrió a la filosofía a través de Joseph Arthur de Gobineau: Essai sur l’inégalité des races humaines, Paris, 1853, que sostiene que las civilizaciones que se destacaron fue gracias a la presencia homogénea y dominante de la raza blanca, mientras que las civilizaciones que sucumbieron, su decline and fall se debió a su "degeneración" proveniente de las mezclas raciales. Para Gobineau, las razas negra y amarilla son "variedades inferiores de nuestra especie",[] sobre las que se impone "la superioridad del tipo blanco y, dentro de este tipo, de la familia aria". Termina sosteniendo que si la civilización occidentalaria, algo que, a su criterio, sólo los germanos habían logrado. Es decir, racismo como pigmentocracia.

Las ideas de Gobineau y otros pensadores racistas provienen, a su vez, de la Antropología que busca clasificar al género humano a partir de los conceptos biológicos de "especie" y "raza", desarrollados por los científicos desde el siglo XVIII. En 1885 el antropólogo haitiano Anténor Firmin publicó su tratado De l'Égalité des Races Humaines, Paris, 1885, en respuesta al ya citado libro de Gobineau y al colonialismo, en momentos en que los europeos se repartían África en la Conferencia de Berlín, ignorando a sus habitantes. Este texto antirracista y anticolonial fue silenciado hasta después de la Shoáh en que el racismo ario transgredió un umbral que la misma conciencia blanca juzgó intolerable.

La antropología, asimismo, aplicó las teorías de la evolución de Charles Darwin, en especial las nociones de «lucha por la vida» y de «supervivencia del más apto», dando origen al Darwinismo Social que considera que la selección natural no afecta únicamente a características biológicas de una población sino que, en el caso de la sociedad humana, además afectaría a su propio desarrollo y al de sus instituciones. Spencer interpretó la selección natural en términos de la "Supervivencia del más apto". Los partidarios del Darwinismo Social utilizaron esta teoría para justificar la imposición violenta de diferentes esquemas sociales típicos de las sociedades monoteístas occidentales: primacía del individualismo; aspectos políticos: vigencia del liberalismo / socialismo y aspectos económicos: implantación del capitalismo de mercado y/o burocrático; todo ello como señal de progreso y desarrollo. Es decir, racismo como violencia a la civilización animista basada en el Continuo cosmoteándrico y no en la Separación creador / criatura, sujeto / objeto

De este modo, el racismo, como Darwinismo Social, jugó un importante papel para legitimar las "guerras contra el indio" que llevaron adelante Argentina: Conquista del Desierto, Chile: Ocupación de la Araucanía y Estados Unidos: Conquista del Oeste, en la segunda mitad del sigo XIX, como una manera drástica de imponer el capitalismo y los valores del monoteísmo. En Bolivia, dado que los indígenas no eran una minoría, sino mayoría, y dado que desde la época colonial se los necesitó como mano de obra gratuita para la mita minera, los obrajes y las haciendas, las políticas racistas, coloniales y republicanas, no fueron de exterminio: genocidio; sino de etnocidio: cambiar el software animista indio, por el software monoteísta, a través de la evangelización, es decir, la extirpación de idolatrías y, después del 52, a través de la expansión del mercado, la educación, la salud, el cuartel, el sindicalismo, el sistema de partidos políticos, las oenegés: la cooperación internacional al desarrollo: todo lo que contribuyera a occidentalizarlos tercermundistamente. En cualquier caso, el odio anti indio se transmitió de generación en generación y se retroalimentó a través de las relaciones de servidumbre. Así, son conocidas las expresiones del cruceño Gabriel René Moreno: "El indio incaico es sombrío, asqueroso, uraño, prosternado y sórdido” que siguen vigentes hasta el día de hoy en el discurso del comiteísmo católico; las del Presidente José Manuel Pando: “Los indios son seres inferiores y su eliminación no es un delito sino una selección natural”. Otro Presidente, Bautista Saavedra, dijo que “El indio es apenas una bestia de carga, miserable y abyecta, a la que no hay que tener compasión y a la que hay que explotar hasta la inhumanidad y lo vergonzoso”. Alcides Arguedas llega a decir incluso: “Es costumbre en la municipalidad servir a los canes bocaditos de pan con estricnina dentro, para de este modo fácil, cómodo, barato, higiénico y eficiente, librarse de la plaga. Propongo que los indios se use igual procedimiento (…) Estoy enfermo de asco”. Extraña que la cultura oficial los recuerde como “Patricios” y “Hombres de bien”. Nos avergüenzan como seres humanos. Es decir, racismo como escape irracional y subjetivo de una civilización unilateralmente racionalista y objetiva.

Pero he aquí que el “racismo” que ahora aflora es más complejo aún. Distingo tres tipos de violencia racista. El cruceño: blancos que organizan a la plebe india suburbana joven y pobre para sus pogromos, razzias y jacqueries anti kollas. El cochabambino / ¿tarijeño?: blancos urbanos se enfrentan directamente a quechuas rurales. El sucrense: cholos y mestizos urbanos quechuas, castellano parlantes, que han tomado democráticamente el poder político de la ciudad, gracias a la “Forma ONG” y a la militancia política: MIR/MBL, desplazando a una aristocracia blanca, organizan a universitarios cholos y mestizos para lanzarlos contra sus parientes indígenas del área rural en representación del Presidente uru Evo Morales, a quien no pueden tocar. Tengo la impresión que l@s chol@s y mestizos urbanos de Sucre ejercen violencia contra sus hermanos quechuas rurales no tanto por razones de sangre cuanto como por razones “religiosas”: de civilización. En este caso –me parece– los conceptos de “raza”, “sangre” y “limpieza de sangre” ya poco o nada tienen que ver. Volvemos al modelo del comienzo: hay que pensar racismo y software: programación neurosimbólica en un solo hálito.

Se ha escrito mucho acerca de la violencia / violación arquetípica de la conquista: padre español y madre india. Seguiremos esa veta. Podríamos graficar así un primer complejo de ideas:

Monoteísmo Padre Mestizo

Cholo Madre Animismo

El Padre español entraña el software monoteísta y el Mestizo sería aquel cuyo software dominante hace masa crítica por el lado occidental. Madre india entraña el software animista y el Cholo sería aquel cuyo software dominante hace masa crítica por el lado de la indianidad. Es decir, como el Marrano sefardí, el Mestizo y el Cholo ponen en acto el Principio Contradictorio: pensar / sentir / actuar, al mismo tiempo, como monoteísta y animista, según lo sugiera el contexto y de acuerdo a una geometría emocional variable. Estamos en el mundo cuántico de la relatividad, la incertidumbre. El Marrano, el Mestizo y el Cholo son como el Gato de Schrödinger que pueden colapsar en Onda o Partícula según el Efecto Observador. El mestizo y el cholo se sienten atraídos por ambas polaridades: la del Padre y la de la Madre, pero el software dominante, colonialmente: el Principio de No-Contradicción: A y B no pueden ser verdad al mismo tiempo, los impele hacia el imposible Principio de Identidad: A = A y el Principio de Tercero excluido: No existe una tercera posibilidad de verdad. Este es el drama. Es un asunto de software, no de biología, como sostiene la ideología dominante del mestizaje. Desde el punto de vista de la ciencia actual, la vida, toda vida, es fruto de la mezcla. Es decir, la ideología del mestizaje se basa en una tautología, proveniente de la tesis hegeliana del Aufhebung, no verificable empíricamente. Lynn Margulis, Symbiosis in Cell Evolution: Microbial Communities in the Archean and Proterozoic Eons, W.H. Freeman, 1992.

Como no se nace mujer (y a fortiori: tampoco varón): Simone de Beauvoir: Le Deuxième Sexe, 1949: « On ne naît pas femme, on le devient », así también no se nace ni cholo, ni mestizo: se deviene. ¿Cómo ? Basta seguir la biografía del Cuarteto matricida de Sucre : del campo a la ciudad, a través de la escuela, el catecismo, el cuartel, la universidad, la oenegé, el partido, hasta convertirse en clase dominate politicamente. El arrimarse al lado del Padre les ha traido beneficios (que sienten amenazados, sin embargo, por la emergencia india que levanta el Nombre de la Madre : la Pachamama) : se pueden codear con los Marinkovic, Costa, Reyes Villa, Sattori, como iguales e imprescindibles; claro, tienen que hacer un esfuerzo mayor que los blancos para ser reconocidos. Ese esfuerzo mayor consiste en asesinar ritualmente a su Madre india, una y otra vez, masacrando a los hijos quechuas de la Pachamama, en los altares sacrificiales de la República: la Plaza de Armas, delante de la Casa de la Libertad, siguiendo un ritual cuartelario : "De rodillas indios de mierda, griten viva la capitalidad", "Sucre se respeta ¡Carajo!", "¡Llamas! pidan disculpas" mientras les hacen arrear la Wiphala y la bandera del MAS e izar la bandera de Chuquisaca, signada por la Cruz de San Andrés o Cruz de Borgoña, el pendón más hispánico que flamea en Bolivia: expresión simbólica del Padre biológico y del Padre simbólico: el Crucificado: quintaesencia, ambos, del monoteísmo patriarcal, falocrático de Occidente, mientras los humillan descamisándolos, arrodillándolos, haciéndoles besar el suelo, por no referirme a la violencia ejercida sobre sus cuerpos y ánimos. Un asesinato ritual de la Madre india en toda la regla, para ser aceptados por el mundo occidental y, sobre todo, para consolidar, desesperadamente, el poder político, arduamente conseguido y puesto en jaque mate por el Pachakuti en curso. El precio: asesinar su otra mitad esencial. El resultado: una monstruosidad ontológica.

El inca y el aprendiz brujo

Por: Javier Medina

Anoche el Presidente ha anunciado que hoy enviaría al Congreso un proyecto de ley convocando a un Referéndum Revocatorio para su cargo y el de los Prefectos. Espero que ello desinfle la escalada de violencia racista y provocación sediciosa del comiteísmo católico de las tierras bajas. No pensé, empero, que la izquierda estalinista-indigenista en el gobierno, en 23 meses, hubiera acabado el oxigeno que le diera la altísima votación popular a Evo Morales. Los “ignorantes y retrógrados neoliberales” tardaron veinte años en acabar el oxígeno del Consenso de Washington.

De todos modos pienso que, en estos casi dos años de gestión, el Presidente ha sido muy eficiente y ha llevado a cabo parte importante de su agenda íntima: “Sentir por Bolivia”: elevar sustancialmente la renta gasífera, iniciar una redistribución del excedente más democrática: Bono Juancito Pinto y la Renta Dignidad para todos los mayores de sesenta años, sin ninguna distinción. Ha hecho llegar recursos de cooperación de modo directo a los municipios de todo el país, también sin discriminación política alguna. Objetivos básicos de cualquier política eficiente de lucha contra la extrema pobreza y de cohesión social mínima. Ha reiniciado relaciones diplomáticas con Chile. Ha puesto en marcha el proyecto del Mutún y proyectos de industrialización del gas. Ha colocado a Bolivia en el mapa político global y despertado gran expectación no sólo en el movimiento altermundista. No es poco para dos años de gobierno. Este capital político es el que el Presidente pone a Referéndum y espero que arrase: que lo confirme a él y revoque a todos los prefectos, desleales al Estado de Derecho. Necesitamos un nuevo comienzo, pero con otra gente en el Ejecutivo, tanto a nivel nacional como subnacional. Nos merecemos esta nueva oportunidad. Pero, para ello, será bueno una autocrítica radical.

¿Qué ha hecho mal el Presidente?

En primer lugar, echar por la borda Nuestros Principios Ideológicos, aprobado por el IPSP y el MAS en el III Congreso Departamental, Cochabamba, 25 de noviembre de 2003, que hablan de refundar un nuevo país a partir de volver a beber de las fuentes de la cosmovisión de la civilización andino amazónica, por el programa estalinista de la Tercera Internacional de erigir un Estado Plurinacional, con todo lo demás que ello implica, y que ha terminando haciendo abortar a la Asamblea Constituyente y poniendo en peligro el proceso de Cambio actual. Este mal trueque ha traído como consecuencia que, bajo un poncho y una wiphala andina, los pueblos indígenas y originarios no estuvieran en el gobierno y en la Constituyente y, por tanto, tampoco su manera de hacer política.

El segundo error (pero, en ello, sigue una mala tradición bien establecida, pero anticonstitucional) es haber permitido que la cabeza del Poder Legislativo se meta en asuntos del Poder Ejecutivo. El principio de la Separación de Poderes es sabio; se basa en malas experiencias que no tenemos por qué volver a repetir. A través de esta intromisión se originan todos los errores políticos que han erosionado el poder político del Presidente Morales en menos de dos años de gestión. El responsable político de poner en riesgo el Cambio epocal que espera la sociedad boliviana tiene nombre: Álvaro García Linera, y apellido: la izquierda estalinista-indigenista.

Un tercer error es no haber aplicado los poderes que le confiere la CPE vigente y haber cortado de cuajo, al comienzo mismo, los actos de insubordinación, falta de respeto y deslealtad al Estado de Derecho de los prefectos sediciosos. Si hubiera corregido a tiempo, hoy no tendría que estar llamando a Referendo. Si hubiera respetado, como únicos interlocutores políticos a los Prefectos, no hubiera crecido el comiteísmo que no defiende sino sus propios intereses pero a nombre de las regiones. Grave error político por no respetar las leyes vigentes.

Los errores del Vicepresidente

Estos errores no son tácticos; son estratégicos: de diseño. Desde el punto de vista ideológico, el concepto de “Hegemonía”: la intelligentsia, a nombre del Estado y de los “movimientos sociales”, aplasta a la derecha cavernaria neoliberal. Esta lógica lleva a la guerra civil. “Yo y tu no podemos tener la razón al mismo tiempo”. “Si yo gano, tu pierdes y viceversa”. La lógica de la Indianidad, en cuyo nombre actúa esta intelligentsia, es diametralmente opuesta: busca la complementariedad con el Otro y un modelo político de equilibrio y armonía. Ahora bien, los errores políticos de este enfoque: al actualizar el racismo católico urbano latente, han resentido dramáticamente la reciprocidad positiva india y la están forzando a una reciprocidad negativa. Ahora bien, al margen de ello, el concepto abstracto de Hegemonía supone la existencia de Estado. Pero he aquí que tal “Estado” en Bolivia no existe; la prueba es que, ardiendo las ciudades, no puede llevar a cabo un Estado de Sitio constitucional, ni llevar a la justicia ordinaria a las hordas juveniles racistas. Cuando hay Hegemonía de verdad, no se la pasa uno “denunciando” por televisión la sedición, se hace cumplir la ley. Si no hay un Estado de verdad (por lo menos desde que Sergio Almaraz entonara su Requiem) entonces hay que ser realistas y pragmáticos y dejarse de hegemonías.

Otro error, esta vez político, es tratar de convertir un Pa-cha-kuti en una “revolución democrático cultural”, es decir, occidentalizarla, extirpar su idolatría política (: su Pa: el poder de la paridad), bautizarla. Este es un intento imposible. Hay que aceptar los hechos con su nombre y apellido. La propuesta, en su lugar, de un “Estado Plurinacional” es el último intento del monoteísmo occidental, que a través –esta vez– de la izquierda estalinista, trata de evitar que la alteridad política de la indianidad: un Estado Diárquico, Yanantin, se imponga. ¿Por qué? Porque un Estado Diárquico, Chacha-Warmi: Yanantin, da su lugar al Otro: al occidental católico, liberal y capitalista, como complementario, según la lógica Aran / Urin, y ello hace imposible la Hegemonía de Uno y el sometimiento del Otro. El monoteísmo, tanto de izquierda como de derecha, por razones de software no puede aceptar al Otro como diferente; a no ser si éste es pobre, económicamente, y está subordinado, políticamente. Pero he aquí que tal pretensión ya se acabó; no va más. La teoría del “Capitalismo andino-amazónico” es, por ello, otra vuelta retórica de tornillo al viejo intento del monoteísmo occidental por no reconocer la alteridad económica indígena: el Ayni y lo que busca, hoy como ayer, es subalternizarlo al capitalismo como una forma adjetiva y arcaica que, con políticas de fomento y desarrollo, algún día, dejará de ser lo que es: energía fluida que produce valores humanos y calidad de vida, para convertirse en energía congelada en dinero que se pueda acumular privadamente. Pero he aquí que la vida sale del encuentro entre energía macho y energía hembra: onda y partícula, bosón y fermión. La unilateralidad patriarcal (: sólo money y no ayni también) es lo que conforma, justamente, a los sistemas capitalistas colonial y republicano. Pienso que es, de estos dos tipos de relaciones políticas y económicas, que queremos salir la inmensa mayoría de los bolivianos. Dicho en pocas palabras: queremos compartir rentistamente lo que tenemos y vivir bien. Queremos lo mejor de ambos sistemas: si el capitalismo produce capital, cantidad (las rentas gasífera, petrolera, minera) eso queremos, pero no sus patologías neuróticas: competitividad, inseguridad, consumismo de pocos y miseria de muchos, más y más …; si el Ayllu produce Calidad de vida, Suma Qamaña, eso también queremos. Ni Marx, ni menos.

Un tercer error cometido en el afán de domesticar el Pachakuti y llevar al país por un cause occidental moderno, ha sido que, al convocar a la Asamblea Constituyente (: la manera democrática con la que la Indianidad quería hacer un tinku con Occidente; ahora será un t´inku), se ha roto la regla de oro de la democracia representativa occidental: las minorías se someten a las mayorías. Estos principios salen de experiencias; por eso hay que respetarlos y no hay que inventar el agua tibia a cada rato. Cuando el voto universal da la mayoría absoluta al Inca Evo Morales, García Linera viene y se saca los Dos Tercios y, de yapa, lo de las terceras y cuartas minorías para minar y perforar totalmente esa mayoría absoluta indígena e in viabilizar, desde dentro y sin dejar huella, el proyecto indio de refundar Bolivia sobre otras bases civilizacionales. Por si esto fuese poco, además, desprecia la vía comunitaria de elegir a sus representantes, según usos y costumbres, por el afán de reflotar la “forma partido” y con ello el “Centralismo Democrático” que permite al Jefe digitar a los candidatos y construir redes clientalares que no corresponde. No contento con ello, viola el carácter soberano y originario de la Asamblea (otra vez la idea de Hegemonía) interfiriendo, desautorizando y usurpando la representatividad democrática de los Constituyentes elegidos. Por esa violación, se colaron después todos los demás, incrementando así, entre todos, la entropía de nuestro frágil sistema democrático hasta el punto que el Presidente, sabiamente, se ha visto en la necesidad de convocar un Referendo Revocatorio, para evitar las consecuencias políticas de medidas que buscan la hegemonía de la izquierda y la derrota de la derecha. Dejemos que los neoliberales y los neo marxistas se maten en otro lado, no en Bolivia. Nosotros queremos compartir y convivir como diferentes pero complementarios.

Tenemos derecho a una nueva oportunidad. Eso significa un contundente apoyo al Presidente y revocar a todos los prefectos, si es que no queremos ir a una guerra racial, de inimaginables consecuencias. Seamos sensatos, mientras todavía podamos conjurar la peor de las guerras civiles. Enterremos el aborto de la Constituyente; hagamos el duelo y volvamos a empezar, aprendidas las lecciones. No hagamos como la mamá chimpancé que sigue arrastrando a su guagua muerta, en la creencia que todavía está viva; que el amor no nos ciegue. Que luego del Referéndum, el Presidente designe a sus prefectos, como indica la CPE vigente y profundice osadamente la descentralización político administrativa: eso es lo posible ahora, dados los errores cometidos. Que conforme un equipo ministerial compuesto por amautas, yatiris, ipajes y tecnócratas duros y puros, pero ubicados culturalmente en este país que no es occidental ni es moderno y, sobre todo, que respete meticulosamente la Separación de Poderes: el Vicepresidente al Poder Legislativo y el Presidente, rodeado de sus sabios y tecnócratas, gobierne con Chuyma y se olvide de la Hegemonía y de la Revolución. Esto es un Pachakuti: el retorno de las dos energías antagónicas: lo liberal y lo comunitario, para fundar una sociedad de complementariedad entre lo mejor de la civilización occidental y lo mejor de la civilización oriental. Increíblemente, eso es lo posible, ahora.

El Estado CH'UTA. Una divagación de fin de año...

Según el Yatiri, Dr. Felix Layme, Diccionario Bilingüe Castellano Aymara, “Ch´uta” significa “Choque de dos bolas, de dos objetos esféricos”. También es el nombre de una danza aymara que se baila en la época de lluvias. Designa , así mismo, tanto la ropa: el pantalón, en concreto, como al danzante. Me han dicho, aunque yo no he tenido el ojo tan avizor, que el Ch´uta paceño baila con sus dos cholas, al mismo tiempo, una a la derecha y la otra a la izquierda (¿Dos objetos esféricos?) y, simultáneamente, a una la hace girar hacia la izquierda y, a la otra, hacia la derecha. No es lugar para profundizar sobre el significado cuántico del spin de ambas rotaciones, aplicado a las dos Bolivias que, este año, han cerrado su tinku con una Entrada de Ch´utas que me ha dejado lelo, primero, maravillado, después. Evo, de Super Ch´uta, haciendo bailar, simultáneamente, a sus dos cholas: una hacia la izquierda, levógiro, a la de pollera, y, a la otra, la de tipoy, dejando que gire hacia la derecha, dextrógiro. El mono-teista Víctor Paz no lo hubiera permitido: hubiera impedido que la alteridad se manifestase, “con los instrumentos democráticos que le faculta la Constitución”. Sólo hay, en efecto, una verdad y un solo movimiento. Preferible, me parece, es moverse en el universo de la materia y la antimateria, las simetrías y asimetrías, las partículas y antipartículas …como se dan las cosas en la vida misma.

El año político, pues, se cierra con esta imagen insólita: en las tierras altas, los pueblos indígenas celebran y festejan la entrega del nuevo texto constitucional al Presidente Evo Morales y, al mismo tiempo, en las tierras bajas, los comiteistas celebran y festejan la entrega de sus “estatutos autonómicos”, redactados, debatidos, consensuados y aprobados en menos de una semana, a sus respectivos prefectos. A pesar de ello (: dos Bolivias que, cada una, sigue su propio spin) todos se empeñan en considerar que el país es uno y que la forma unitaria es la que más nos conviene. La evidencia de los hechos, no parece decirles nada. El adjetivo que más veces ha salido el último medio años es “dividido/a”: nievel de lo real; sin embargo, el nivel de lo imaginario, les sigue haciendo proferir “unitario”, como cuando, en alemán, para pronunciar la ü, se pone los labios como para decir u y se profiere i.

Varias son las lecciones que se pueden jalar de este hecho. Ahora desearía pensar una: cuál sea el peso específico que hay que otorgar a la manipulación mediática en la construcción de nuevas identidades regionales: “lo camba” o realidades políticas como la “autonomía departamental”. Pareciera que hubiera una “realidad” que está dando a luz la televisión. Esto, para mi, es nuevo. ¿Será el inicio de un proceso político de autopoiesis? ¿Será un simulacro político más, esta vez a nivel subnacional? ¿Una cortina de humo para demorar lo inevitable? ¿Un blef, un spam, un glup, un plach? ¿La semilla de una republiqueta?

Deseo, empero, explicitar, de entrada, mi prejuicio: el comiteísmo católico, blanco, occidental, pretende perpetuar, en niveles subnacionales, una situación de apartheid, bajo un discurso aparentemente liberal y democrático y una práctica explícitamente sediciosa y separatista: no democrática ni liberal, en cualquier caso. Con otras palabras, me interesa inquirir: qué puede la demagogia: esa separación tan abismal entre las palabras y las cosas; hasta dónde ésta pueda construir una realidad política; imponerla en base a propaganda y spots televisivos, amén de desinformación noticiera y, sobre todo, cuán sostenible todo esto pueda llegar a ser.

Me refrescaré una descripción de lo Político para enmarcar mis observaciones. Parece que lo Político no sólo busca un pacto: un equilibrio de fuerzas antagónicas, que se coagula en una Constitución y sus correspondientes instituciones: el elemento estático, que dura y permanece, de donde proviene, justamente, la noción de Estado: el elemento bosónico, la Palabra de Unión; sino que lo Político también contiene un elemento fermiónico, dinámico, la Palabra de Separación, que se pone en escena cada día. Sincronía y diacronía, estructura y función, centrípeto y centrífugo, catabolismo y anabolismo: onda y partícula. La complementariedad de estas dos energías antagónicas vendría a constituir lo Político, cuando nos referimos a la convivencia humana.

En Bolivia, las energías centrífugas, de atomización, fragmentación, disipación: entropía, son, ahora, dominantes. En esto consiste, justamente, una crisis de Estado. Las fuerzas centrípetas, de conjunción, agregación, aparentemente, no logran dar con la fórmula que vuelva a coagular un nuevo pacto constitucional. Probablemente, los elementos simbólicos que han producido los problemas actuales, ya no sirven para diseñar las nuevas soluciones. A lo mejor, la forma unitaria, tanto si es entendida homogéneamente: como Estado Nación o Autonomía Departamental, como si heterogéneamente: como Estado Multinacional o Autonomías Indígenas, Provinciales o Regionales, ya no se adecua a la nueva realidad, tanto local como global y, por ello, sigue la turbulencia política. Lo nuevo ha sido vaciado en odres viejos: Principio de identidad aristotélico. Las sociedades también aprenden por error y aproximación y los “errores” son necesarios para dar el siguiente paso. Aprecio en gran medida los errores reconocidos, mas que las verdades eternas.

Estamos, de todos modos, lejos de la otra forma: india y cuántica, de entender el Uno: como complementariedad de opuestos; como el ayllu andino entiende la comunidad política: aran / urin, o la física subatómica lo que es un electrón: onda / partícula, o el derecho de familia lo que es el matrimonio: varón / mujer, la forma más básica de lo político, según el padre del federalismo Johannes Altussius y el creador de la Panaca: Manco Capac. ¡Cuán lejos puede estar lo más cercano! El hermafrodita:” estado unitario multinacional”, pertenece al orden de lo simbólico. La Realpolitik se hace en el orden de lo real, donde coexisten macho y hembra, onda y partícula, urin y aran: la Bolivia india animista y la Bolivia occidental monoteísta. El nivel de lo imaginario es el que opaca, tanto el nivel de lo real como el nivel de lo simbólico. En ello estriba nuestro chenko. La Constituyente ha sido la chinkana, el laberinto, donde todos nos hemos perdido, pero, he aquí que, para encontrarse, es preciso antes perderse. En este punto estamos.

Ahora bien, por un lado, tenemos el vector no estático de la Política, es decir, el espacio de lo fluido, evanescente, que aparece y desaparece, que es impresionista por diseño, que tiene que ver con el “como si fuera cierto”, con el show, la farsa, la escenificación de sueños, deseos, intereses encubiertos; la que engaña, simple y sencillamente; la que inventa señuelos; fabrica ambigüedad y apela a las dimensiones más sutiles del ser humano: a su necesidad de identificarse, de poder decir “nosotros” aunque, de hecho, no sea comensal del Club Social de la Plaza principal; que despierta sus emociones, su lado nocturno e irracional. En fin, todo esto sufre una metástasis, a gran escala y en tiempo real, gracias a la televisión; esa gran caja de sueños y simulación de realidad, capaz de suscitar mundos aparentes, puramente virtuales. ¿Será así, empero? ¿No sembrará también semillas de futuras realidades? ¿Cómo discernir el grano de la paja?

Y, por otro lado, está la parte no fluida, estática, real, legal, racional, económica, cuantitativa, la que hace masa crítica, ¿Newtoniana?, y que, a lo mejor, no es diferente a la anterior: también proyecta sus mitos y mentiras, pero que tiene el pedigree de lo “objetivo”, que se puede cuantificar; se adecua a las normas y leyes; cuaja en instituciones: tiene el beneficio de lo “real”, es decir, existe al margen de la televisión. No es un producto mediático. No entro al tema del funcionamiento y, menos aún, al de la eficacia o eficiencia. Eso vale para los prototipos; no para los plagios. Antes: República; ahora: Autonomía. Al plagio y al simulacro sólo hay que pedirles que hagan creer a la mayoría, a todos si posible, que tenemos un Estado y/o Autonomía de verdad. Esto también funciona y es, quizá, el mayor de los milagros políticos que ha producido la modernidad: ex colonias saqueadas elegantemente, mediante “contabilidades creativas”, previas privatizaciones, abandonadas a su propio caos e incompetencia, pero que, sin embargo, se sientan a la Mesa de las Naciones y les dejan, encima, decir su brindis. El nuevo gran teatro del mundo.

Probablemente siempre ha sido así: sueño y realidad, sólo que ahora la política: las conversaciones en la plaza pública, han sido zafadas de la luz del Logos para estar sometidas a la luz del Mercado. Intercambio, ya no don: el don de la Palabra compartida. Esta ha sido sustituida por una mercancía audiovisual, instalaciones televisadas; productos diseñados por expertos, que se vende con la tecnología de la mercadotecnia. Mis resabios newtonianos, me empujan a dar más peso a lo que existe más allá de las apariencias mediáticas. Mi fuerte sustrato metafísico me hace valorar más el “ser” que la “apariencia”: juegos de palabras, finalmente. Inercias afectivas que no acaban de morir. ¿Por qué deberían , por otro lado?.

Pues bien, la situación boliviana, tal como se cierra después de dos años de gobierno de Evo Morales, muestra una minoría: ¿cien, doscientas, familias? de nuevos ricos, parásitos la mayoría, católicos, blancos, urbanos, racistas, que han acaparado tierras mal habidas, han hecho quebrar a los bancos estatales de fomento: no han devuelto créditos y con el narcotráfico de los Setenta han hecho su “acumulación originaria y tropical”. Sagazmente han invertido en medios de comunicación: televisión y prensa, sobre todo, y, ahora, se están montando su propio show político: una realidad virtual, no legal, ni emanada de las urnas, que les lleva a comportarse, en los cascos urbanos centrales, como si fuesen los amos y señores de la comarca. Ocultan, empero, que mientras cascan cabildazos, les bloquen los kollas desde El Torno y desde Montero; no digamos ya: Yapacaní y San Julián; y los sitian sus pobres desde el Cuarto Anillo para afuera. El Plan Tres Mil, solamente, ya tiene cerca de un cuarto de millón de habitantes: todos kollas y pobres. Están sitiados y no se quieren dar cuenta y, encima, no cesan de echar leña al fuego, pateando kollas e indígenas. Hay algo de suicida y desesperado en todo esto. ¿Les podrá ayudar la televisión? Esa es la incógnita.

A pesar de mis dudas, deseo otorgar el beneficio de la duda a la tele-política del comiteismo cruceño. Me intriga saber para cuánto da. Como percibo, en mí mismo, una cierta confusión, entre apariencia y realidad, entre potencia y acto, entre otorgar el beneficio de la duda y el buen sentido común, me haré un FODA sobre lo que conozco del comiteísmo cruceño, para aclarar mis ideas y, luego, ajustar mis preguntas, si todavía éstas siguen.

Fortalezas

Controlan medios: prensa y tv Tienen un Comité Cívico de gran convocatoria La Unión Juvenil Cruceñista impone sus decisiones Capacidad de captar recursos financieros Buenas relaciones con empresas transnacionales Cuentan con el apoyo político de la jerarquía católica, de sus fieles y alumnos para reunirse a los pies del Cristo Redentor Cuentan con la simpatía de los otros bolivianos occidentales del resto del país El Comiteísmo católico se ha erigido en la contraparte política a la emergencia política indígena personificada en Evo Morales. Monoteísmo versus Animismo. Capacidad de chantaje al gobierno central Capacidad de imponer agenda Capacidad de obstruir, legal e ilegalmente Capacidad de ejercer terror psíquico sobre sus clases medias profesionales Oportunidades Entropía estatal Tendencia centrífuga general: descentralización Incapacidad kolla de distinguir lo sustantivo de lo adjetivo: “querella de la capitalidad”, por ejemplo Como en 1492: la reciprocidad india. Su tendencia al Quid pro quo. Persistencia del complejo de inferioridad de las clases subalternas peri urbanas Deseo mimético de las clases medias bajas: el glamour de las Magníficas Complicidad, a priori, de la Bolivia blanca, católica y de derechas Comprensión y simpatía de la prensa liberal global: “son occidentales, blancos, cristianos: modernos …” Debilidades Capitalismo garrapata No practican virtudes calvinistas, capitalistas No son culturalmente liberales; son machistas La agroindustria está subvencionada Su mercado interno es kolla. El “consumidor” puede “preferir” otros productos … Sus mercados externos son “políticos” El Gobierno central ya no paga sus facturas Sus representantes ya no están en la Administración central: Ministros … Primero boconean y después piensan Localistas Los Pogromos de la Unión Juvenil Cruceñista muestran su verdadero rostro autoritario y patriarcal: pre moderno No tienen líderes de irradiación nacional Costas es un mal producto mediático; no tiene consistencia propia, ni política ni gerencialmente; le falta, además, carisma Brecha: pobres / ricos, muy grande Los “cruceños” no hacen servicio militar Los esbirros tienen mucha hambre y patas cortas Amenazas Rebelión indígena en curso. Tercer ciclo de luchas anticoloniales indígenas Alianza FFAA / Pueblos indígenas Los indígenas son la mayoría del país: lo objetivo Los indígenas creen que ha llegado su hora: el Pachakuti: lo subjetivo Un Estado proteccionista pro indígena Fácilmente cercable, distrital, provincial y departamentalmente Cercados, una Autonomía chuta no dura un mes. No haría falta disparar un tiro. Lógica india del Cerco No son competitivos internacionalmente Sus productos de exportación no tienen ventajas comparativas

Bueno tengo la sensación, después de este ejercicio, de que se me ha desinflado grandemente la intriga inicial. Esto parece, en efecto, un gran Blef en curso. Pero si es un Blef ¿por qué estorban tanto al gobierno de Evo Morales? ¿Por qué lo ponen en jaque a cada rato? ¿Debilidad e incompetencia gubernamental? Ya se que, a un simulacro estatal, no se le deben pedir peras. No se las pido. Pero ¿no será que el gobierno de Evo Morales, a pesar del “confrontacionismo” que le atribuye Filemón Escobar, tiene nomás rasgos muy indígenas de aceptar la co existencia del otro, aún en rebeldía? ¿Cómo entender, si no, su tolerancia frente a la arrogancia sediciosa del comiteismo? ¿O es más bien señal de debilidad? ¿Incapacidad? Sospecho, empero, que no sólo eso. ¿No nos estará mostrando, a pesar suyo, la vigencia del principio andino de que la “unidad” es fruto del encuentro de energías antagónicas? ¿Por qué sus prácticas, entonces, no se expresan teóricamente? Bueno, esa respuesta sí la tengo: sus intelectuales son monoteístas; no animistas, como cabría esperar. De todos modos, yo me resisto a ningunear a los comiteistas. Son la otra energía sin la cual “Bolivia” no es posible. ¿Por qué no leemos sus patéticos y altisonantes manoteos como un grito desesperado por seguir siendo? Ley spinozista del conatus: todo ente buscar permanecer en el ser. ¡Cómo no percibir que la Indianidad (y no el lateralizado Occidente) posee el know how político que permite que unos giren a la derecha y, simultaneamente, los otros giren hacia la izquierda, creando una co-asimetría que no es posible en una geometría politica de tipo euclidiano, pero sí en una que se podría inspirar en la naturaleza: en la ley de paridad, tal como la Indianidad lo practica y las ciencias naturales actuales nos lo enseñan? Deberíamos empezar a pensar lo Político en el continuo energía masa, tiempo espacio. Persistir en pensar unilateralmente, sólo en el vector del tiempo: la historia: “o lo uno o lo otro, pero no los dos al mismo tiempo” nos puede llevar a la catástrofe.